Y ahora ¿qué?

El mundo en el cual vivimos es una auténtica olla de grillos y a los hechos me remito, hechos, por otra parte al alcance de todos ya que no son ningún misterio. El planeta avanza dando trompicones en cualquier sentido que se mire, climatológico, geográfico y humano, y lo peor del caso, como siempre, es que volvemos la cabeza para otro lado y nos quedamos tan tranquilos.

Hace muchos años que escribo previniendo sobre desastres medio ambientales (y otros) y nunca he dejado de insistir en la conveniencia de que se controle esta situación, naturalmente no se me ha hecho caso, a mí como a tantos otros ya que parecemos profetas agoreros y el serlo nunca ha despertado muchas simpatías, recordemos sino el ejemplo clásico de Casandra, la vidente de Troya de cuyas predicciones sus conciudadanos se burlaban, pues si avanzas supuestos desagradables a nadie les gusta escucharlos.

He alertado sobre todo tipo de contaminaciones, sobre desastres naturales que tienen mucho que ver con la mano del hombre, sobre imprevisiones irresponsables, sobre el incontrolado crecimiento demográfico y sus fatales consecuencias en la vida del planeta, demasiada gente y poca comida, y no se trata de una película a lo Mad Max; lamentablemente se está convirtiendo en una realidad perceptible para el vulgo.

No hace mucho leí un excelente artículo en El PAÍS que mencionaba el problema, y ahora resulta que se han dado cuenta de que ya estamos a punto de ser 7000 millones de personas en la Tierra y que a finales de siglo seremos 10000 hasta el punto que no habrá ni alimentos ni casas para todos, ¿qué pasará entonces?

Las mentes lúcidas que se han dado cuenta del problema que se nos viene encima, se hacen cruces de que cosa semejante pueda suceder, cómo si los síntomas no hubieran existido nunca y nadie se diera cuenta hasta ahora, y claman ofreciendo soluciones, pero mucho me temo que nadie les escuche, ¿quién iba a hacerlo?; los gobiernos están demasiado ocupados con sus propios problemas y la gente con los suyos, derivados de aquellos, o sea, que cuando llegue el momento terrible, de enfrentarnos con la realidad ¿qué haremos?, supongo que esfuerzos desesperados, y posiblemente absurdos, que no servirán para nada.

Adjunto el link de la noticia de El País que vale la pena leer en toda su extensión: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/metemos/7000/millones/elpeputec/20110620elpepisoc_1/Tes
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Y AHORA ¿QUÉ Copyright 2011 Estrella Cardona Gamio
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