lunes, 31 de diciembre de 2012

Amazon Kindle o la libertad de creación

Parece que últimamente se ha puesto de moda en los medios, hablar de Amazon Kindle, unos a favor y otros en contra, aunque abunden más los segundos que los primeros, por aquello de que las grandes editoriales, y también las medianas, contemplan con inquietud el avance implacable de Amazon en el mundo de la autoedición literaria.

La crítica está servida con aires de condescendiente superioridad que no deja de encubrir un recelo más que evidente. Asusta que la avalancha de escritores nuevos a los que Amazon Kindle está dando paso tranquilamente, puedan invadir el mercado lesionando intereses comerciales ya instituidos y entonces se echa mano de un paternalismo, que mucho tiene de lobo de Caperucita, para minimizar o desprestigiar la labor de los escritores de la llamada generación Kindle.

Bondadosamente sugerido, viene a indicarse que semejante desbandada literaria carece de experiencia en muchos aspectos y que necesita de asesoramiento, asesoramiento que sólo puede venir de la mano de una editorial con experiencia, cuyos lectores profesionales señalarán defectos y errores, cuando no emitan un juicio desfavorable que anule por siempre al escritor. O sea, que hay que pasar por esa criba si se pretende ser alguien en el mundillo patrio del negro sobre blanco, así pues, todo lo demás no vale, que para eso están las editoriales tradicionales.

Vamos a partir de una base lógica, la opinión de unas pocas personas no puede compararse con la de miles, millones, de lectores que en todo el mundo pueden ser jueces y jurados con mayor amplitud de miras y libres de los prejuicios habituales, de quienes tienen la profesión de lector al servicio de una editorial siempre sujeta al termómetro de las ventas que dictan modas comerciales, es decir, imitar por norma todo lo que viene de fuera.

En este caso, es la opinión del público lector, gente de a pie, normal y corriente, que aceptan el libro si les gusta, sin buscarle tres pies al gato, y con ello demuestran tener un criterio más amplio y exento de convencionalismos preestablecidos. Sólo por mencionar tres ejemplos, comprobables, diré que tenemos a un trío de escritores Kindle que pueden desmontar muchas teorías, ellos son, y por este orden: Blanca Miosi, Eva García Sáenz e Iván Hernández, tres escritores Kindle, tres historias diferentes pero todas unidas por un mismo nexo.

A Blanca le publicaron su novela en papel La búsqueda en Editorial Roca en el 2008, pero no ha sido hasta que entró a formar parte de Amazon Kindle en julio del 2011, que su libro ha conocido la fama internacional que lo ha colocado en la categoría de best seller por derecho propio.

En cuanto a Eva, puso su novela La saga de los longevos, en Amazón Kindle en febrero de 2012 y justo al mes ya se habían vendido 41000 ejemplares, lo que le propició un contrato con La esfera de los libros.

Iván Hernández es el tercer ejemplo que demuestra que con buen hacer y perseverancia, todo se consigue. Escritor sumamente original y sorprendente ha conseguido situar su novela La protegida Wittman, en pocos meses, dentro de la categoría de los best sellers. Iván es todo un descubrimiento porque no se parece a nadie al poseer un estilo propio que desconcierta y engancha y su éxito se lo debe a la plataforma de Amazon Kindle.

¿Quién puede cuestionar ahora la indudable eficacia de Amazon y sus buenos resultados?

Los escritores Kindle, Indies o llamados también independientes, entre los que me cuento, están dispuestos a dejar marcada huella de su paso, de eso no cabe ninguna duda, sino, al tiempo.

AMAZON KINDLE O LA LIBERTAD DE CREACION Copyrihgt 2012 Estrella Cardona Gamio http://lacomunidad.elpais.com/estrellacardonagamio/2012/12/31/amazon-kindle-o-libertad-creacion

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