martes, 27 de abril de 2010

Cuestiones de educación

El mundo iría mucho mejor si el 75% de sus habitantes se detuviese cinco minutos a reflexionar sobre su prójimo sea éste humano o animal, ya que juntos navegamos en el mismo barco.

Todo tiene su base en la manera en que somos educados en la niñez; si se nos educa como a pequeños reyezuelos de la Creación (y así se ha hecho desde hace siglos) el reyezuelo se transforma en tirano y comete injusticias que nadie advierte porque la gran mayoría adolece de las mismas enseñanzas recibidas desde su más tierna infancia. Así nada tiene de extraño que el individuo se encierre en su prepotente orgullo de ser superior y emplee el menosprecio y la indiferencia en su trato con lo demás, porque de tal forma lo educaron (y que nadie se rasgue las vestiduras al leer esto). Ejemplos hay muchísimos: un mendigo que intenta evitar la agresión mortal a una mujer y resulta ser él quien recibe la puñalada desangrándose durante dos horas encima de la acera a la vista de un público indiferente y egoísta que va a sus cosas importándole muy poco la muerte de un semejante tirado en plena calle, sin techo a los cuales se priva de sus bancos para dormir (sin darles una solución alternativa) porque no resultan precisamente decorativos y ofrecen mala imagen de la ciudad, niños muy mal educados por sus padres a los que, cuando crezcan, no vacilarán en maltratar de palabra y obra, hombres que harán lo mismo con sus mujeres, personas que maltratarán a los animales porque, al considerarlos seres inferiores, creen que pueden abusar de su dudosa supremacía sobre ellos, todo, en cada uno de los casos expuestos, producto de una enseñanza errónea recibida desde pequeños que predica que el mendigo, el sin techo, es escoria y vergüenza de la sociedad, que a los hijos hay que dejar que los eduquen los profesores porque así los padres se desentienden dejando que sus vástagos crezcan en solitario, que al varón de la especie le asiste el derecho indiscutible de dominar, apalizar y humillar a su mujer, y que los animales han nacido para ser esclavos de las personas.

Centrándonos en los animales, que al no tener voz para protestar o defenderse son los más vulnerables, tengo que decir algo al respecto y me gustaría que llegase al fondo de muchas conciencias.

Desde la infancia se nos educa en la hipocresía del “mira que gracioso, que lindo, es una monada” para luego olvidarnos de los mimos y elogios en cuanto el animal nos aburre, nos molesta, estorba, o simplemente ha crecido, y nadie se extraña ni lo censura (estamos hablando de ese 75%) por una cuestión de educación que nos acoraza haciéndonos impermeables, no ya sólo a la compasión, sino a la comprensión de las necesidades del otro, dado que cada ser vivo tiene su carácter y sus costumbres y resultaría muy procedente que intentásemos entender al otro aunque ese “otro” sea lo que llamamos un irracional.

No pretendamos que el animal nos comprenda a nosotros y nos disculpe, hemos de ser nosotros quienes realicemos el esfuerzo. Si compramos, nos regalan o adoptamos, un animal de compañía, tendríamos que hacer un cursillo acelerado (paralelo a la entrada de la bestezuela en casa) para conocer su idiosincrasia, saber porque ladra cuando le dejamos solo, o sin motivo aparente cuando estamos en nuestro hogar, o tantas y tantas cosas que puede llegar a hacer y que nosotros somos incapaces de descifrar si no estudiamos a fondo esas manifestaciones.

Los animales tienes sus hábitos y a nosotros compete el traducirlos. Eso es otra cuestión de educación en la que deberíamos ejercitarnos antes que ostentar con necio orgullo nuestra humana incompetencia en el terreno.

En casa tuvimos una gata rescatada in extremis de la calle y que encontramos de apenas dos días según el veterinario, tirada en un callejón muy cerca del desagüe de una cloaca. El animalito pegaba unos chillidos espantosos que más parecían de ave que de gato, chillidos que fueron su salvación ya que gracias a ellos fue descubierta a punto de caer dentro de la cloaca. Vivió en casa hasta su fallecimiento por vejez convirtiéndose en un felino grande y precioso, pero la pobre, de resultas de su traumático abandono, arrastró de por vida una grave neurosis complicada con ataques de asma que en su infancia estuvieron a punto de costarle la vida en varias ocasiones. Poseía un carácter muy difícil debido a todo ello y hubo que tener muchísima paciencia con ella. De haber sido nosotras esa clase de personas que no vacilan en arrojar a la calle a sus animales de compañía apenas vienen mal dadas, su vida hubiese tenido corta duración ya que debía medicarse debido al asma, pero resistimos y el animalito tuvo una existencia cómoda y feliz de lo cual nos sentimos muy satisfechas.

Otro caso lo tenemos en nuestra perrita rescatada de una infame perrera cuando la iban a sacrificar de mala manera. Al parecer nadie la quería adoptar porque decían que era agresiva y mordía, pero desde el primer instante, con nosotras, se portó de forma afectuosa y nunca nos ha dado ningún quebradero de cabeza, es cariñosa, sociable y muy simpática, y nos llevamos de maravilla.

La enseñanza que puede deducirse de estos dos casos no precisa de explicaciones. Es una cuestión de educación, la nuestra frente a las necesidades de los animales desvalidos, el pensar en el otro, cosa que muy poca gente hace.

Entre esa “muy poca gente” se halla el 25% de la población humana, esas abnegadas mujeres, y esos hombres, que luchan desinteresadamente por salvar a los animales, mal llamados mascotas, de un triste destino, esos grupos de rescatadores a los que no les importan los problemas y sacrificios con tal de procurar el bienestar de los irracionales.

Esos grupos de voluntarios batallan porque sean adoptados, lográndolo en un porcentaje muy elevado de casos, pero siempre hace falta más, y hoy aquí, recomendamos esta dirección de voluntarios del
CAAC que precisan adoptantes para animales que esperan tristemente en perreras o centros de acogida.

No temáis en adoptar un animal en estas condiciones, son muy agradecidos y el que os llevéis bien con ellos es sólo una cuestión de educación, en este caso la vuestra.

Foto cedida por voluntarios del CAAC

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CUESTIONES DE EDUCACIÓN Copyright 2010 Estrella Cardona Gamio
http://lacomunidad.elpais.com/estrellacardonagamio/2010/4/27/cuestiones-educacion



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